Si eres un aventurero al que le gustan las rutas largas en bicicleta, o un amante del bikepacking, tendrás que equipar tu bicicleta con portabultos para transportar alforjas. En las siguientes líneas, describiremos dos tipos de portabultos, delantero y trasero, para transportar alforjas en la bicicleta.
– Portabultos trasero:
Para elegir el portabultos trasero perfecto tenemos que tener en cuenta lo siguiente: El tamaño de la rueda, el peso del portabultos, la capacidad, los puntos de montaje y la finalidad de los portabultos. No todas las bicicletas gordas están diseñadas de la misma manera, por lo que no todos los portabultos pueden ser montados en nuestra bicicleta.
El tamaño de la rueda es importante para que el portabultos no roce con la rueda.
El peso del portabultos trasero debe ser el menor posible, como hemos dicho antes, cuanto más ligera sea nuestra bicicleta, mejor.
Pero también hay que tener en cuenta la capacidad (o peso) que tendrá que soportar el portabultos. Si el portabultos es muy ligero, podría ser más frágil y no soportar el peso que tiene que llevar encima.
Los puntos de fijación, por razones obvias, son fundamentales a la hora de elegir nuestro portaequipajes trasero. Lo ideal es tener que anclar el rack con los menores puntos de montaje posibles.
– Portabultos delantero:
Los portabultos delanteros para fat bikes son aquellos que se colocan en la horquilla de la bicicleta. Al igual que los traseros, descritos anteriormente, hay que tener en cuenta el peso del portabultos, la capacidad (o peso) que tendrá que soportar al llevar las alforjas, y los puntos de montaje, que fijará la horquilla con el portabultos delantero.